Por su claridad de la imagen, la elección más popular de todos los modelos del mercado es el Rapiscan Secure 1000 escáner de retrodispersión. Desde su concepción en 1992, el diseño a penas ha cambiado y siempre ha ofrecido las imagenes más nitidas del cuerpo desnudo del sujeto escaneado.
Según el fabricante, Rapiscan Systems, la maquina funciona de la misma forma del modelo de ondas milimétricas, proyectando fotones de radiación hacía el cuerpo con suficiente potencia para penetrar la ropa, pero no a la piel. Los fotones, en cuanto llegan al cuerpo, rebotan en todas direcciones, como millones de pelotas de goma. Un porcentaje pequeño vuelven al lector del escáner con que se crean la imagen. Tanto como una pelota de goma, la dirección del rebote depende del ángulo del objeto que golpea. La pelota de goma tirada a un muro a un ángulo de 90º tiende a volver a su posición original, mientras a cualquier otro ángulo, la pelota no vuelve al tirador. Los fotones de este escáner funcionan de la misma manera. Por lo cual, todos los modelos de ondas milimétricas tienen que ser giratorias para iluminar cada rincón del cuerpo.
No obstante, el modelo retrodispersión (que produce la mejor calidad de imagen) no se mueve. La explicación del fabricante no cuenta toda la historia y tiene que haber otro factor en la creación de la imagen.
Según un equipo de eminentes científicos de la universidad de California, la radiación de esta clase de escáner penetra el cuerpo y un gran número de los fotones quedan “depositados por debajo de la piel”. El mismo inventor confesó recientemente que sí, la creación de la imagen depende en la absorpción de cierta cantidad de radiación
Nada más salir del escáner, los fotones de retrodispersión progresivamente pierden la potencia de penetración. Si uno se pone la mano contra la maquina, es probable que los fotones pasarán directamente a través de la mano hasta el otro lado. A unos centímetros más alejado y los fotones ya han perdido algo de inercia y pueden penetrar la ropa pero, según el fabricante, no a la piel. Así rebotan contra el cuerpo, vuelvan otra vez a través de la ropa y hacía la maquina de nuevo. No obstante, examinando la imagen arriba está claro que la radiación ha penetrado mucho más que el traje del viajero.
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Penetración
Hay que entender que, a pesar de su similaridad a una fotografía normal, la creación de esta imagen tiene poco que ver con la de una cámera tradicional. En la ausencia de luz y sombra (debajo de la ropa), hace falta dos variables contrarios en la recolección de información. El primero es la reflexión. En el escaneo arriba, vemos unas monedas sueltas en su bolsillo y el botón de su pantalón. Esta radiación de retrodispersión de baja potencia no puede penetrar el metal, entonces refleja más cantidad de fotones al lector del escáner. También vemos las tibias muy pronunciadas, todos los huesos de los pies, la clavícula y el rastro del cráneo. Todos son huesos densos y así reflejan más radiación. Entonces, si los huesos y el metal produce la máxima reflexión de fotones y entonces las zonas más claras en la imagen arriba, ¿que produce las zonas oscuras?
La segunda variable en este imagen es la absorción. Todas las zonas representadas en tonos oscuros corresponden con zonas blandas o carnosas, como los gemelos, estomago, ojos y las cavidades bucales y nasales. Según un estudio realizado en la universidad de California, esta penetración de radiación podría alcanzar hasta 15 centímetros dentro del cuerpo. Suponemos que esta penetración (o
falta de reflexión de radiación) es más profundo en las zonas más oscuros. Lo más preocupante de esta imágen siendo la intensa oscuridad de los ojos.
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